Estamos en otoño, la escuela y las extraescolares han comenzado y con ellas, la ingesta de lácteos, zumos, batidos, barritas, frutos secos, bebidas isotónicas, golosinas, bollería ... Todos estos alimentos tienen algo en común, que contienen nutrientes como: la lactosa, la fructosa, el sorbitol ... que son sustancias que pueden generar dolores de tripa en niños sensibles o intolerantes, ya que están presentes en el mismo alimento sea de forma natural o añadida como aditivo alimentario.
La lactosa es una molécula formada por dos otras: una de glucosa y otra de galactosa. Para que se pueda dividir en las dos y asimilar correctamente, es necesaria la presencia de unos enzimas intestinales llamados lactasa, que los intolerantes a la lactosa o no tienen o les falta cantidad. Poca gente nace intolerante; al contrario, mucha gente se vuelve a medida que hace años. A no ser que seas africano, asiático, brasileño ... los cuales tienen una predisposición genética la intolerancia más alta. Por eso un niño pequeño la tolerará mejor que un adolescente o un adulto. La lactosa, se encuentra en todos los derivados de la leche (nata, mantequilla, yogures, postres lácteos, helados de crema y quesos) pero también en productos procesados que se han fabricado a partir de los anteriores como los helados, flanes, mousse, hojaldres, bollería ... o a partir de lactosa añadida directamente como aditivo alimentario, ya que se utiliza como conservante alimentario, por ejemplo: el embutido.
Tanto en verano como en periodo escolar, suelen aparecer misteriosos dolores de tripa y una posible explicación sería que en estos períodos, se come más cantidad de lactosa. El cuerpo, está acostumbrado a fabricar un número concreto de enzimas que podrían ser insuficientes, si el cuerpo no se ajusta a la demanda. E imposibilita la correcta digestión de este exceso de lactosa, ocasionando que esta viaje hacia el intestino grueso sin dividirse y aquí la flora bacteriana la fermente generando gas y al mismo tiempo: pinchazos, hinchazones de tripa o incluso diarrea o heces más blandas y ácidas poniendo el culo de su hijo más rojo.
Con la fructosa pasa algo similar. En este caso la sacarosa es la molécula principal que se divide en glucosa y fructosa. Y la fructosa si no se absorbe correctamente, en el colon también se genera gas que ocasiona las mismas molestias que la lactosa. La fructosa se encuentra de forma general en la fruta (natural, congelada, enlatada, seca), miel, zumos, batidos, salsas, bollería y pastelería ... La probabilidad de ser intolerante a la fructosa es 40-60% aproximadamente y la mayoría de la gente no lo sabe. Por lo tanto también puede ser parte del problema de los dolores de tripa.
Si al leer este post, te sientes identificado / a te recomiendo que en función de la gravedad y duración de los dolores de estómago, hables con tu pediatra para hacer una posible prueba diagnóstica. Pero si decides reducir cantidad de lactosa o fructosa por tu cuenta a ver qué pasa, entonces te recomiendo que hables con un nutricionista (sea yo u otro) ya que eliminar alimentos sin poner alternativas sanas y adecuadas pueden afectar su crecimiento, peso o la cantidad de energía que tengan, tres factores muy importantes tanto para la salud y rendimiento escolar y deportivo.
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